Sociedad - Graffitis
El Graffiti como expresión artística
Los graffitis forman parte de la columna vertebral de la la cultura hiphopera, y llevan implícitos la protesta social.
Pueden ser de muchas formas, dibujos con aersoles o los llamados "tags", es decir firmas sobre propiedades públicas o privadas ajenas.
Todo esto está muy bien. Yo no alcanzo a comprender que gracia tiene firmar sobre la
obra de arte que ha realizado otra persona, ni que forma de protesta consiste en deteriorar la puerta de un edificio que lleva ahí más años de los que ha vivido el propio grafitero, y que cuando éste muera, probablemente seguirá ahí, pero puede ser que mi limitado cociente intelectual no alcance las cuotas necesarias para entender a estos iluminados. ¿No se puede hacer la misma protesta sobre muros abandonados y al mismo tiempo embellecer nuestra ciudad con este arte urbano? La respuesta es evidente. Ejemplos en nuestras ciudades no faltan de uno y otro estilo.
El Graffiti en los cierres metálicos de las pymes.
Sólo hay que pasear por Madrid para darse cuenta de que los grafiteros utilizan con frecuencia el cierre metálico de los comercios como lienzo improvisado. Hay una salvedad. Algunos comercios se han percatado de que si contratan a uno para decorar sus cierres, normalmente son respetados por el resto de pintores. De esta forma hay una presión subyacente hacia el empresario. Si quieres tener tu tienda sin pintadas tienes que pintarla con un graffiti.
*** Fotos y cañas by COCO
Tags Technorati: sociedad, graffiti, grafiteros, arte urbano
Los graffitis forman parte de la columna vertebral de la la cultura hiphopera, y llevan implícitos la protesta social.Pueden ser de muchas formas, dibujos con aersoles o los llamados "tags", es decir firmas sobre propiedades públicas o privadas ajenas.
Todo esto está muy bien. Yo no alcanzo a comprender que gracia tiene firmar sobre la
obra de arte que ha realizado otra persona, ni que forma de protesta consiste en deteriorar la puerta de un edificio que lleva ahí más años de los que ha vivido el propio grafitero, y que cuando éste muera, probablemente seguirá ahí, pero puede ser que mi limitado cociente intelectual no alcance las cuotas necesarias para entender a estos iluminados. ¿No se puede hacer la misma protesta sobre muros abandonados y al mismo tiempo embellecer nuestra ciudad con este arte urbano? La respuesta es evidente. Ejemplos en nuestras ciudades no faltan de uno y otro estilo. 
El Graffiti en los cierres metálicos de las pymes.
Sólo hay que pasear por Madrid para darse cuenta de que los grafiteros utilizan con frecuencia el cierre metálico de los comercios como lienzo improvisado. Hay una salvedad. Algunos comercios se han percatado de que si contratan a uno para decorar sus cierres, normalmente son respetados por el resto de pintores. De esta forma hay una presión subyacente hacia el empresario. Si quieres tener tu tienda sin pintadas tienes que pintarla con un graffiti.
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