Gran Hermano- Mercedes Milá- Libertad Transexual
Ya que os quería hablar de mi admirada (sin rintintín) Mercedes Milá, una de las más grandes profesionales que ha parío madre, y de como y por qué ha caido en esta espiral de mediocridad, repitiendo año tras año la conducción de un mismo formato que, al principio, nos vendió como experimento sociológico (lo de lógico sí va con rintintín), el Jueves, me dispuse a ver Gran Hermano con mi bacía quijotera cerca, por si las arcadas llegaban en un momento dado, a convertirse en vómito. Tras algunos minutos repletitos de descontrol en realización, y oyendo más el pinganillo de Mercedes que los micros del plató, me encuentro con que hay una concursante que, por lo visto es transexual, y que defiende su libertad de ser lo que quiera en la vida, así como su derecho a contar o no ésta condición, lo que es defendido acaloradamente por nuestra Merce. Mientras tanto, iban mostrando imágenes de esta concursante llamada por el bonito nombre de Amor, ora le como la boca a éste, ora le enseño las nalgas a este otro, ora le meto la mano en el pantalón. Como era de esperar dichos concursantes sin la menor idea de que Amor es transexual.
Soy transexual, ¿puedo ser lo que yo quiera?.
"En Eh!paña gracias a Dios Sí!" - espeta Mercedes Milá con rotundidad.
Claro, es la ventaja de vivir en una democracia avanzada, en la que "to er mundo e güeno" y los pájaros cantan y las nubes se levantan. Con las prisas del directo, a Merce se le olvida que el colectivo (palabra de moda) transexual, es uno de los más marginados en el ámbito laboral, relegado en la mayoría de los casos, a trabajos marginales como la prostitución. Para que un transexual pueda llegar a ser lo que él quiere, tiene que pasar por costosas operaciones que no paga la seguridad social, por no decir ya en plan más profundo que, como proclamaba el poeta:" tanto tienes tanto vales, no se puede remediar".
Unos creen a don Cromosoma, otros a la Sra Hormona, y quien media es la moral.
Están los que creen que si hormonalmente es blanco, y viene en botella quirúrgica es leche, y los que piensan que los cromosomas son algo más que un capricho de la naturaleza. Ambas posturas respetables, solo entran en conflicto cuando existe interrelación sentimental o sexual de por medio, por un lado está el derecho a no contar y por el otro el derecho a saber. Solo nos queda para deshacer este nudo gordiano moral, la capacidad ética para interpretar la realidad y tratar de imponer, o no, nuestro punto de vista a las personas que no piensan igual. Por otro lado y centrándome ya en los ignorantes concursantes, si cuando no son conscientes de que Amor es Transexual, su cuerpo responde a los estímulos sexuales que ésta desprende, y al tomar consciencia de la situación, su forma de actuar cambia, ¿es porque entra en acción el proceso de los nuevos datos en el cerebro, colados por el tamiz de los prejuicios, o será que los sentidos no son demasiado fiables en determinadas circunstancias?
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