Burlando al Destino

En el umbral donde el espacio se solidifica, el pasado presente y futuro se unen, donde la realidad se amplía hasta la incomprensión, cinco hiperconciencias debatían sobre el futuro que está por venir sin pronunciar una sola palabra.
- Yo no estoy de acuerdo - decía el Destino con desaprobación.- tengo reservado un final distinto para cada uno. Lo único que compartirán es soledad, tristeza y olvido. Hace mucho tiempo tomaron caminos diferentes y como ya sabéis, yo no puedo hacer nada para modificar esta circunstancia.
- Ambos se equivocaron algunas veces- intervino la Pasión- seguramente por mi culpa, pero han sabido asimilar sus fracasos, aprender de las situaciones, disfrutar de lo bueno, convivir con lo malo, creo que ahora sí están preparados.
- Esto no depende de lo que tú creas o no. He tomado mi decisión y ni siquiera la Fortuna tiene nada que decir en este asunto.
- Quizás la Fortuna no - dijo el Amor mientras la guiñaba un ojo- pero te recuerdo que mi fuerza puede conseguir variar de rumbo la inamovible línea que tú marcas, y que al final, serán ellos los que decidan que quieren hacer de su vida, si son capaces y se aman lo suficiente.
- No te atrevas a intervenir! - , o te aseguro que haré todo lo posible para estropear tus bonitos planes - replicó el Destino poniendo el énfasis irónico en la palabra bonitos.- ¿cuántas veces lo has intentado?¿cuántas veces has ganado?- Una sonora carcajada explotó en la inmensidad- no me hagas reír, aficionado...
La amable cara del Amor se contrajo por un momento y con la naturalidad de quien atraviesa una puerta se tornó en odio, el amor tiene dos caras, y es mejor no ver nunca la segunda.
La Ira que permanecía en silencio saltó como un resorte y desafiando al Amor le mostraba las esencias de todas las almas enamoradas que había conseguido separar, y con este gesto quedó claro para todos los asistentes, de parte de quién estaba.
- La cosa se te complica, verdad ¿cariñito? - volvió a reír con sorna el Destino- Veamos, la Pasión está de tu parte, la Ira del mío, solo puede deshacer este empate la variable Fortuna. - y mirándola con ojos retadores le preguntó- ¿Con quien estás esta vez?¿Vas a ser buena o mala, Fortuna?
- Ya veremos - contestó- me lo jugaré a cara o cruz, y lo que sea será. - Delegaré esta decisión en mi aliada la Suerte, que a diferencia de Cupido tiene capacidad de decisión propia.
- Me da igual a quien apoyes. Estoy decidido a volverlo a intentar y te aseguro - dijo el Amor mirando al Destino- que no vas a poder impedirlo. ¿Acaso no te acuerdas que ya intentaste fastidiarles?
- Claro que me acuerdo. Quedaron en el centro de la ciudad e hice que coincidieran con el exnovio de ella , jajaja, que bueno soy.....Que fascinante situación creé en aquel momento.
- ¿Y te sirvió para algo, además de para reírte un rato?¿Acaso conseguiste que se dejaran de ver?. Muy al contrario, hiciste que se convirtieran en cómplices de algo que en realidad no era nada y que tu habías creado, pero cómplices al fin y al cabo. Ese momento sirvió para unirlos más, te salió fatal la jugada.
- No pienso desperdiciar más parte de la eternidad en escuchar tu aburridas diatribas- dijo el Destino fuertemente contrariado- lo que tenga que ser será, avisado quedas de mis intenciones.- y se fundió con el tiempo.
Los demás se fueron diluyendo también, sin abandonar el lugar, aunque cambiando de estado. Solo el Amor permanecía inalterado, y sin tener que llamar, acudió Cupido a su encuentro, tal era la comunión de ambos, que cupido siempre sabía cuando acudir a su presencia, jamás pasaba por allí.
- Señor - comentó Cupido- ¿por qué os empeñáis tanto con esta pareja?¿no tiene cierta razón el Destino?¿no son demasiado diferentes?
- Parecen diferentes, te aseguro que son tal para cual.
- Pero si ella es hippie y el....
- El es hippie en su interior, te lo digo yo. Ambos se merecen ser felices. Y se lo vamos a poner en bandeja.
- Acuérdate de lo que pasó con Romeo y Julieta - dijo Cupido- por mucho que te empeñaste, el Destino se salió con la suya.
- En esa ocasión me equivoqué, es cierto, no me di cuenta que Julieta era una flipada de la vida, que no supo ver las señales. Esta vez es distinto, ella es muy hábil en todo lo que hace y sabrá elegir correctamente. Tu hazme caso y visítale a él, insúflale de amor como para llenar un barco, y veremos que pasa.
- ¿A él? - preguntó Cupido- si es ella a la que le gusta ser independiente e ir a su aire. ¿No sería mejor inocularla a ella que es mucho más decidida?
- Él tiene gran capacidad de sufrimiento y sabrá aguantar el tiempo suficiente para que ella, por fin, se fije en lo que tiene cerca.
- Como tu digas.
Y con este último eco resonando, desapareció sin más.
Y pasó el microtiempo, y todo sucedió como el Amor había predicho. Esquivaron al destino y se enamoraron. Y fueron tan felices juntos que el tiempo perdió su valor, volaban hacia el futuro batiendo records sin pensarlo, decididos, confiados el uno en el otro y siempre unidos. Y el Amor velaba por ellos y la Pasión les unía más, la Fortuna finalmente les sonrió y ciertamente bien preparados, guardaban a la Ira en un cajón cada vez que esta se presentaba, y ella, que era muy hábil, la transformaba en amor, y juntos, sin temer de ningún modo a las jugadas del Destino, construyeron su propio futuro, reconduciendo su vida a quién sabe qué feliz final.

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