Relatos- Espiral de confusión III

Espiral de Confusión I
Espiral de Confusión II

Espiral de confusión III

Ese mismo día por la noche en casa de Maika, Marta pronunció dos palabras que provocaron un seísmo emocional del que Maika jamás se recuperaría.
Al oir aquellas palabras se quedó paralizada. Su tono corporal se tornó pálido y la angustia oprimía tanto su garganta que a duras penas conseguía exhalar el aire suficiente para articular una pocas palabras.

- ¿como que está vivo?
- Que si tía, que he visto pasar por la plaza del ayuntamiento al chico que debería estar muerto. - contestó Marta con preocupación.
- No puede ser, Luis me dijo que había salido hasta en las noticias. - replicó Maika.- ¿seguro que era el mismo?
- Seguro, tenía una venda en la cabeza, era él.
- Hay que avisar a Luis y a Daniel - dijo Maika mientras rebuscaba con ansia el móvil en su bolso.

Al otro lado del pueblo, dos sombras proyectadas contra la pared se confundían con el manto de la penumbra como fieras acechando su presa.
Luis sintió como su pierna vibraba, sacó su teléfono del bolsillo, leyó el mensaje que acababa de recibir y lo apagó.
Marcos caminaba como cualquier otro día hacia su casa, con la misma desgana, sabedor de que en su hogar solo le esperaba el duro silencio, mentalizado de interpretar la misma danza consistente en evitar mirarse a los ojos, ansiando que llegara el momento de cerrar los ojos y encontrar la placidez en el mundo de los sueños, donde podía imaginar su vida como la de cualquier otra pareja feliz.
Cruzó de un lado al otro de la calle dispuesto a atravesar el callejón y se adentró en él. Unos segundos más tarde, Luis y Daniel siguieron el mismo recorrido en absoluto silencio y por un instante el reflejo del cuchillo que empuñaba Daniel alumbró la máscara del terror que ocultaba su rostro.

- Eres tu o él - las palabras de Luis se repetían en su cabeza una y otra vez - Hazlo por maika, es la única solución.

Todo sucedió muy rápido. Luis se abalanzó sobre Marcos sujetándole por detrás y el cuchillo de Daniel se abrió paso desgarrando la línea que separa el todo de la nada, por la que empezaron a manar a borbotones su triste pasado y cualquier esperanza de un futuro mejor.
Daniel abrió los ojos, miró a los de Marcos y comprendió que con este inútil acto estaba acabando con su propia vida también.

- ¿Que he hecho? - dijo horrorizado.
- Vámonos de aquí, ¡corre! - Insistió Luis.

Y allí quedó Marcos tendido, sacrificio macabro de amor, el mismo falso amor al que estaba tan acostumbrado.

A la mañana siguiente en el aeropuerto, tres personajes aparentemente normales se despedían con la certeza de no volver a verse más.

- Lo siento mucho, todo esto es por mi culpa, si al menos hubierais recibido mi mensaje.... - dijo Maika entre lágrimas.
- En cuanto se enfríe la cosa iremos a verte - comentó Luis - permanece oculto hasta que llegue el momento, ya verás como todo se arregla.

"Ultima llamada para los pasajeros del vuelo 3412 mk con destino Venezuela. Embarque por la puerta 4"

Daniel se despidió de Luis - Gracias por todo, eres un gran amigo, has hecho lo que has podido.
Después se fundió con Maika en un abrazo mientras las lágrimas de ambos se mezclaban empapándolos de pena.
Cruzó cabizbajo el umbral del puesto de policía y se giró para mirar por última vez a Maika, aquella imagen, que ya no se iría de su cabeza nunca más, con Maika y Luis de la mano, le habló de la verdad y comprendió en un segundo, lo que durante años no había querido ver.

Esa misma mañana la mujer de Marcos se arrepentía una y otra vez de su situación, convencida de que Marcos había reunido el valor suficiente para abandonarla, y fue entonces cuando se dio cuenta de lo mucho que le echaba de menos, y así perdida en sus pensamientos de ira y tristeza, volvió a ignorar la noticia que la televisión en segundo plano contaba a quien quisiera escuchar.

Un hombre sin identidad, ha sido encontrado esta mañana muerto en Daganzo con evidentes signos de violencia. La policía investiga la causa, pero la hipótesis que más se baraja es el ajuste de cuentas. Según fuentes policiales....

Fin.