lunes, 14 de mayo de 2007

Caida libre



Fue inesperado. Andaba yo embebido en la jungla de tu pasión, embriagado por el perfume de las flores, emanaciones de amor, distraido con el ruido del arroyo, los colores, el sol que calentaba mi alma, seguro de mi, seguro de ti, crecido, creído, y tan confiado que no pude anticiparme a la caída. El suelo se evaporó con mi ultimo céntimo, la espesa jungla no me dejó ver el abismo que se escondía tras los últimos árboles y por unos instantes con la caricatura de lo que fui suspendida en el aire, pude ver el negro final del precipicio. Caí. No quise agarrarme a tu falsa mano tendida, no después de ver tu lado más oscuro, preferí el suicidio al asesinato, continué cayendo hacia una muerte segura, procurando asimilar lo inexplicable, tratando de ser lo que soy, enterrarte en el último rincón de mi mente, junto a todas las cosas horribles que me han pasado, olvidar. No fue fácil. Las ramas que sobresalían de la pared del acantilado, acababan en forma de mano amiga con dispositivo retráctil que se activaba cuando alcanzaba su altura, comprendí que pertenecían a tu jungla y que solo traían dolor, pena, incomprensión, egoísmo, falacias y traición, y no pude por más que recordar aquellos tiempos, cuando era yo una rama más de la que se mantenían colgadas muchas de las que ahora se esconden, entonces no me tembló el pulso, y pasó lo que tenía que pasar, si vas poniendo gente por delante de ti, seguro que acabarás el último. Y continué cayendo, aprendiendo, descubriendo un mundo podrido, falso, de juego sucio, donde mentir y engañar equivale a ganar, ese lugar donde el tiempo pone a cada uno en su sitio, que saca la verdad a relucir, una verdad que a nadie importa ya porque el mismo tiempo le ha restado todo su valor. A nadie importa ya si tenía razón. ¿A nadie?. Excepto a mi, y por supuesto a ti, tan empeñada en continuar tu mascarada, eliminando a cualquiera que te pueda descubrir, que haya visto tu otro lado, más allá de lo visible, transgrediendo el umbral de tu hipocresía, que sepa como eres de verdad, aunque te escondas tras el velo quirúrgico del espejo de tu alma. Por eso, y con la miel de la venganza como único alimento de mi espíritu, cuando estaba a punto de darme de bruces con el fin de mi existencia, comprendí que mi sacrificio sería en vano y juré que no moriría nunca, prometí que siempre estaría ahí, recordándote con mi sola existencia lo que eres, evitando que tus mentiras se conviertan en verdades dentro de tu maquiavélica mente. Sacando fuerzas de flaqueza tiré de la anilla, desplegué mi cometa y aferrado a una térmica que venía de otro acantilado, me alejé de allí, no mucho, lo suficiente para evidenciar lo evidente, y destapar lo tapado, lo justo para que a nadie se le olvide como eres, que vives prostituyendo tu amor en sucios retretes a cambio de una raya de más o una falda de menos, subastando tu alma al mejor postor en el Sotheby´s del corazón, donde aquella maldita vez pujé por ti.



Technorati Tags: ,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son moderados así que modérate tu también. No están permitidos los insultos, atente a las normas básicas de convivencia en la red (no escribas en mayúsculas, etc).