Naneltve: Guerra de sexos.- Ipod versus Ps3

Cuando sonó la emisora de mi Ipod todavía no había salido el sol. Ayer discutí con el pesado de mi novio, no me entiende y yo no quiero entenderle, encima su amigo no dejaba de llamarme, creo que fue un error, y ahora no sabía como quitármelo de encima. Pasé de comerme la cabeza, quería desconectar.
Lo primero que hice fue darme una buena ducha, fuera camisón, y la música de la rave de este fin de semana a todo trapo, ideal para terminar de despertarse.

Anoche discutí porque aunque mi chico es majo y está como un quesito, tiene el mismo problema que la mayoría, parece que han nacido con el mando de la Play pegado a las manos, ¿por qué serán tan compulsivos con algunas cosas?, un rato está bien, pero yo no podría estar todo el día pegada a un aparatito. Así que terminé mi desayuno sin pensar más en él, me enfundé mi pantalones plug and play, conecté mi ipod, y salí de casa con la tabla de Snowbard debajo del brazo camino del Metro. LLevaba tres estaciones cuando el tren se detuvo, empezaba a sonar la balada que más me gusta cuando ese morenazo entró en el vagón, me miró, lo miré, sonrió, sonreí y continuamos nuestro viaje, más baladas, más sonrisas y así, casi sin darme cuenta, llegué a mi destino.
La nieve parecía nata y estaba ideal para disfrutar de un largo descenso, hacía sol y nada me podría estropear este momento. ¿Nada? Un mensaje en el móvil de mi novio que quiere seguir discutiendo de lo de ayer. No le pienso responder, que le responda su play3, a ver si se da cuenta de que soy mucho más divertida que una consola. Ahora se ha empeñado en instalar una en el coche, hasta ahí llega su adicción, pero de eso nada, en el coche se escucha música.
Me cinché la tabla, conecté el Ipod a mi cazadora Burton y estuve todo el día surfeando como una loca, ripando, grindando.... como adoro el Snowboard, si además lo acompañas de buena música no hay nada que lo supere.
Ya de vuelta en casa y antes de meterme en la cama, otro mensaje de mi chico, me pide perdón, habrá que perdonarle, al fin y al cabo es una pobre víctima de las empresas de tecnología que te crean necesidades que antes no tenías. Si estuviera aquí a mi lado, me lo comería con patatas, es tan rico, siempre después de hacer snowboard me pongo cariñosa, yo también tengo mis debilidades, aunque hoy voy a pensar en su amigo, me apetece más, mi chico a su consola y yo a consola-rme .¿donde está mi Ipod?